domingo, 17 de abril de 2016

REFLEXIÓN FINAL. PAULA BARBERO ALADRÉN.


Para comenzar mi reflexión sobre esta asignatura me gustaría dar la mejor definición de inclusión educativa. Es un proceso en el que se identifican y atienden las diferentes necesidades educativas de los estudiantes. Necesitamos realizar modificaciones en contenidos escolares y crear nuevas estrategias para que la inclusión sea total, también debemos prescindir de la exclusión o de la segregación. 
Para mí la inclusión debería ser una obligación y un derecho en cualquier sociedad democrática y en la que exista una igualdad social, ya que a través de la inclusión se consigue llegar a una educación de calidad y eficaz para cada alumno.
Pienso que actualmente se habla mucho de este tema pero no tenemos una educación inclusiva total en nuestro país. La inclusión debería ser un proceso constante en el que cada centro escolar analizara sus políticas escolares para lograr eliminar barreras que lo único que hacen es poner límites en el aprendizaje.
Para mí los valores imprescindibles de la inclusión educativa son respeto, solidaridad, tolerancia, igualdad, libertad y justicia. Si queremos que la educación sea un instrumento con igualdad de oportunidades para todos necesitamos educar en medio de un clima respetuoso y con los valores citados anteriormente; además debe ser un espacio en el que se dé cabida a la integración social, donde se convive y se comparte con personas de diversos grupos sociales y se aprende a valorar a las personas diferentes a nosotros para lograr la mayor calidad educativa para todos.               
La escuela tiene que verse como un lugar privilegiado en el que cada alumno tenga la oportunidad de desarrollar al máximo todas sus capacidades de aprendizaje.
Ante todo hay que decir que estos valores se aprenden de las relaciones humanas con la familia, la escuela y la sociedad. Debemos tener en cuenta que estos valores son los que hacen posible la vida en sociedad y sustentan la inclusión educativa.

En la Edad Media se creía que las personas que tenían cierta discapacidad estaban poseídas por el demonio y realizaban exorcismos para combatir estos males. Según iba pasando el tiempo estas personas con discapacidades que conseguían sobrevivir formaban parte de actuaciones de circos o de espectáculos de estos tipos. Pensar que esto pudo ser cierto parece imposible, el pensar que la gente “diferente” no tenía derecho a nada es algo muy triste.

Tras la Revolución Francesa la gente parece que adquiere otra mentalidad y comienzan a atender a las personas con algún tipo de déficit, aunque las atienden con el fin de proteger al mundo de estas personas que son “diferentes”.

Con la aparición de Víctor, de Aveyron la gente empieza a concienciarse de que pueden educar a las personas con dificultades.

Más tarde María Montessori luchó por la educación y por la formación de los niños que eran deficientes. Con el desarrollo de diferentes métodos educativos y materiales elaborados por ella misma se consiguió una revolución social.

A medida que pasa el tiempo la sociedad ha ido cambiando, tanto que ha llegado a lo que tenemos hoy en día que aunque no es perfecto y no es una inclusión total ha avanzado muchísimo.

Para hablar de los diferentes modelos de inclusión es necesario mirar los distintos casos que aparecen en el texto de Carbonell. J.L. (2009) en el que trata los diferentes modelos propuestos en las distintas comunidades autónomas. Cada una explica cuáles son los procedimientos que usan, qué recursos tienen y como los llevan a cabo. Destaco los diferentes proyectos inclusivos, como las escuelas de bienvenida, la formación del profesorado o los planes de acogida.

Como conclusión final de esta asignatura decir que he aprendido mucho de mis iguales más que de la docente, puesto que la mayoría de las clases las dábamos nosotros mismos con los diferentes trastornos y dificultades que habíamos elegido para exponer. Me ha parecido muy interesante la película de “Al frente de la clase”, ya que se transmiten unos valores muy importantes de optimismo y superación por parte del protagonista.
Por último, decir que todavía nos queda mucho para conseguir una inclusión educativa total y que para ello necesitamos que los docentes, el colegio y las familias estén en comunicación absoluta.



















”Donde hay educación, no hay distinción de clases” (Fernando Sabater)

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