REFLEXIÓN FINAL DE
MARÍA COBO IGLESIAS.
Antes de comenzar esta
reflexión personal y general sobre todo lo que me ha aportado esta asignatura
para mi futuro como docente, que no es poco, considero imprescindible definir
de la manera más correcta y adecuada la palabra inclusión. Para ello, antes de
ver mi explicación a continuación, inserto esta imagen para dejar a la mente de
quien lea este escrito, ir teniendo unas ideas.
Según la RAE, la
inclusión es la acción o efecto de incluir, e incluir es poner algo o a alguien dentro de una cosa o de un conjunto, o dentro de sus
límites. Si nos centramos en la inclusión
educativa, es decir, desde un punto de vista pedagógico, la UNESCO define la educación inclusiva en su documento
conceptual así: ¨ La inclusión se ve
como el proceso de identificar y responder a la diversidad de las necesidades
de todos los estudiantes a través de la mayor participación en el aprendizaje,
las culturas y las comunidades, y reduciendo la exclusión en la educación.
Involucra cambios y modificaciones en contenidos, aproximaciones, estructuras y
estrategias, con una visión común que incluye a todos los niño/as del rango de
edad apropiado y la convicción de que es la responsabilidad del sistema
regular, educar a todos los niño/as…”
Para entender la
inclusión debemos echar la vista atrás y ver cómo ha ido evolucionando a lo largo
de los años, donde observamos que en la Edad Media a las personas con n.e.e se
las trataba como endemoniadas, que provenían del mal, condenados a pasar el
resto de su vida como actores de circo, lo que es totalmente aberrante, menos
mal que tras la Revolución Francesa tuvieron un punto de lucidez y comenzaron a
tener más en cuenta a estas personas que muestran dificultades.
Desde este punto de partida tenemos que pensar en
dos vertientes para que una inclusión educativa sea un parte fundamental en la
realidad de las aulas de nuestro país. La primera vertiente es obviamente los
alumnos y la segunda vertiente son los profesores. Centrándonos en los profesores,
que son pieza clave para que esto se lleve a cabo o por el contrario fracase, vemos
las aportaciones que nos da J.L. Gallego Ortega y A. Rodríguez Fuentes en “Tendencias en la formación inicial del
profesorado en educación especial”, donde nos presenta al docente como una
persona que debe estar capacitada para actuar ante el cambio, con una mente
abierta, con un papel activo en el aula y principalmente con una formación e
innovación permanente. Aún encontrándonos con las enormes barreras, más bien
diría yo, unas grandes Murallas Chinas , que nos impone el sistema educativo y
la política actual. Una aportación que me llamo muchísimo la atención de este
texto fue la siguiente:
Escolano
(1997): “además de vaticinar que el
profesor del futuro será más eficiente y democrático, en tanto que aprovechará
la lógica de la tecnología y sus lenguajes y adoptará estilo más cercanos a la
tolerancia comunicativa, describe los nuevos escenarios en los que el profesor
tendrá que ejercer su profesión” .Destaco esta cita, porque me parece increíble
que pertenezca al año 1997 y tal día como hoy estando en 2016, hayan pasado 19
años , y en algunas aulas sigamos teniendo docentes que no les motiva enseñar,
que no quieren niños “raros, con problemas” , y que continúan utilizando el método
tradicional de enseñanza.
Pero para una persona de a pie, ¿Qué es inclusión?
Si a mí a día de hoy me hicieran esta pregunta, me vendría a la cabeza toda la
teoría anterior ,más la aportada por la docente de esta asignatura, pensaría
además en “El niño salvaje”, en la película “Al frente de la clase”, pensaría
en “Forrest Gump” y en infinitas ideas que vienen en mi cabeza cuando pienso en
inclusión, pero siempre llegaría a la misma conclusión, a una única palabra que
engloba todo lo dicho anteriormente:
Como muy bien dice el protagonista de la película
Forrest Gump, “La vida es como una caja
de bombones, nunca sabes lo que te puede tocar” ,es decir, hoy estas aquí y
mañana no se sabe, hoy eres una persona con unas capacidades ordinarias ,
dentro de la media, y mañana pues tener una enfermedad o algo que haga que de
repente seas una persona con n.e.e , y ahora es cuando debes preguntarte...
¿Si
yo tuviera las necesidades que tienen estas personas, como me gustarían que me
tratasen?
María Cobo Iglesias
No hay comentarios:
Publicar un comentario